Nuevo artículo del geógrafo Antonio Zárate Martín: "Puy du Fou, ¡adiós Madre Naturaleza!"

Frente a la desinformación y venta del producto por parte de la Sociedad Limitada Unipersonal Puy du Fou; frente a los apoyos políticos explícitos para allanarles el camino, sin ninguna reflexión sobre la realidad del proyecto, y por tanto con la única base de su interés político personal por captar votos utilizando la necesidad de empleo de la sociedad, aunque sea precario, debida a la terrible crisis económica; frente a los apoyos interesados de comerciantes y empresarios, a ver si les cae algo, aunque sean migajas, y frente al apoyo de instituciones culturales declarando su apoyo sin dar argumento alguno; otros, expresan sus ideas abierta y públicamente, y las razonan.

Aunque el artículo no tiene ningún desperdicio, nos ha llamado la atención el final del mismo, referido a unas palabras de Philippe de Villiers. Nos parecen reveladoras y una enseñanza para nuestros políticos. De Villiers no quiere para su país, lo que sin embargo trae aquí, y pone en evidencia a Emiliano García Page y Milagros Tolón en relación a su compromiso con la conservación del medio ambiente y los paisajes protegidos de nuestra tierra, protegidos, en su momento, por la propia administración.

Existe un conflicto en Francia en relación a la intención del Gobierno francés de construir un nuevo aeropuerto en Nantes, el de Notre Dame des Landes, que casualidades de la vida, el gobierno utilizó para su implantación una declaración similar a la Declaración de Interés Regional que se utilizó aquí con el Puy du Fou, en ese caso ZAS, Zona de Planificación Prioritaria. La mayoría de la población de Nantes, al parecer, apoya la construcción del nuevo aeropuerto, que creen necesario para la ciudad y que generaría empleos e inversión. Un pequeño grupo se opone, y llevan desde hace varios años paralizando el proyecto. Han cambiado las siglas ZAS, por “Zona a Defender”, y en Francia se les conoce, por eso, como “zadistas”. Se trata de agricultores tradicionales y defensores de la naturaleza, el campo, o las zonas húmedas, que dicen basta ya al crecimiento y desarrollo descontrolado.

Pues bien, De Villiers se ha posicionado públicamente en contra del aeropuerto, y por lo tanto, en contra de esos empleos, desarrollo e inversión, que su empresa utiliza como argumento para que le aprueben el Proyecto de Singular Interés, aquí, en Toledo. Allí, en su país, defiende lo contrario: « ¿No entiendo por qué la derecha no hace suyo el tema de la ecología? ¿Cuál es la misión de la derecha, si no la consolidación de raíces, la conservación de nuestros paisajes íntimos? ».

Como concluye Antonio Zárate, “la única diferencia es que ahora el paisaje amenazado es el nuestro, el de Toledo”, y aquí si vale eso, en un claro ejemplo de colonización empresarial, donde la ecología y los paisajes toledanos, son minusvalorados para conseguir unos beneficios empresariales, y nuestros representantes políticos, lo permiten.

Para eso que nos gobierne De Villiers.


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