El conflicto por el Puy du Fou, salta a la prensa nacional. ¡El Puy du Fou es la leche! Nos quejamos de vicio.
En este asfixiante Toledo, cuando
los poderes públicos toman postura por un determinado asunto, sobre todo cuando
lo señalan como especialmente relevante para los ciudadanos, en base a darlos una
máxima importancia por sus repercusiones económicas, invariablemente, en términos de creación de empleo o de riqueza
(aunque en general sólo suele ser relevante para ellos en términos de expectativa
de votos en las próximas elecciones, porque casi siempre esos asuntos han
resultado ser pufos, o han terminado en desastre que hemos terminado pagando
todos los ciudadanos), en distintos ámbitos de la ciudad se sufre una extraña epidemia,
que tiene que ver con el alineamiento cuasi perfecto de varios sectores de la
sociedad toledana en impecable armonía con los deseos políticos manifestados.
No es extraño entonces ver cómo
determinados sectores relacionados con la línea política de dichos poderes
(siempre a las órdenes), o los sectores empresariales (siempre a las expectativa
del beneficio económico, a veces, con poca consideración hacia los valores públicos), o sectores institucionales
culturales (siempre faltos de recursos económicos y de subvenciones), y en fin,
importantes sectores de la prensa local (necesitados de ingresos en publicidad),
empiezan a cantar, al primer toque, en un coro insuperable.
El conflicto por el Puy du Fou, slta a la prensa nacional |
No es la primera vez que ocurre
en nuestra ciudad, ya ha sucedido con antelación ante proyectos del mismo
calado, como el famoso Ciudad de los Bosques, o el Barrio Avanzado del
polígono, ambos terminados en fracaso estrepitoso y que se vendieron como
generadores de empleo y riqueza. Sin duda, sin embargo, la última vez que este
coro cantó con más energía y más coordinado fue en ocasión del proyecto de
urbanización de Vega Baja. Allí se dieron todas las notas que forman la
partitura. Aunque en esa ocasión el objeto de unánime ataque era el patrimonio,
se cantaron canciones del estilo de “el poco
valor de los restos”, “son cuatro ladrillos modernos”, “el patrimonio
se opone al progreso”, “el patrimonio se opone a las viviendas baratas”, “el
proyecto debe salir adelante porque es una oportunidad para Toledo”, “es la
oportunidad de despegar económicamente”, “se crearán muchos empleos directos e
indirectos”, “es una fuente de riqueza”. Poco importa en estas situaciones, o todo vale, porque los valores en juego son siempre los valores, peculiarmente, menos valorados por la sociedad, los públicos, contra lo que vale todo.
Así cantaron y cantaron sin
parar, al unísono, creando una música de fondo, que se extendió por amplios
sectores de la sociedad, a los que terminó por pegárseles el tun tun, de un
ritmo casi único, hasta el punto de no ser capaces de dar otras notas. Sólo un
pequeño grupo, para vergüenza de muchos cuando todo acabó, cantaban con un tono radicalmente
distinto. Y sólo fue cuando la noticia escapó de ese ritmo maldito, cuando
empezó a resonar al ritmo de la frecuencia del diapasón de los pocos opositores, cuando se convirtió en un escándalo en todo el
país, y la música “oficial” enmudeció de pronto.
Cuando muchos despertaron del
hechizo en el que habían caído, se encontraron con que los mismos dirigentes que
antes tocaban unas notas, ahora tocaban las otras, y milagro, de la noche a la mañana, todos, ahora vibraban a
la misma frecuencia. ¡Qué lástima que entonces no se les rompió una cuerda y le
dio en un ojo a alguno!
Hasta ahora, en la prensa
nacional sólo habían tenido cabida los publirreportajes de la Sociedad Limitada
Unipersonal. Hoy, El Confidencial, pública un artículo sobre el Puy de Fou, en
el que por primera vez se presentan los puntos de vista de la administración de
García Page, por un lado ,que apoya descaradamente el proyecto, y de los responsables de la
Sociedad Limitada Unipersonal Puy du Fou. Por otro, aparece la oposición a dicho proyecto,
representada por nuestro colectivo ”Queremos saber la verdad del Puy du Fou”.
Según la empresa, los buenos toledanos, contra los malos toledanos. ¡Hay que
jorobarse lo que hay que escuchar en casa de uno!
Lo primero que nos encontramos, es que la propia
administración reconoce que el
procedimiento utilizado no es algo normal, sino extraordinario. Y a pesar de todo, de esa situación
extraordinaria, que de por sí llama la atención, todavía es más extraordinario
que encontrándonos en pleno procedimiento administrativo de resolución de
alegaciones, donde probablemente existen muchas opiniones contrapuestas, cuando la administración debería ser garante
de todas las opiniones, sigue exhibiendo su apoyo incondicional al proyecto,
como por otra parte han hecho desde el primer momento. No es extraño que el
periodista haya titulado el artículo “Alfombra roja para un vizconde francés”, porque esta es la realidad de la actuación de la administración, regional, encabezada por Emiliano García Page, y local, en cuya alcaldía se encuentra en estos momentos Milagros Tolón.
Por eso no nos extraña que un alto responsable de la administración regional
diga que el proyecto “cumple todos los requisitos”. Podía tener la decencia de
esperar a que se hagan públicas las contestaciones a las alegaciones. ¿Qué
dirá, o qué valor tendrá la palabra de esta persona si luego el proyecto es
modificado? Porque lo que está claro es que al responder a las alegaciones, con
toda seguridad, la administración regional tendrá que cambiar determinados
aspectos, y si los tiene que cambiar, es que no cumplía todos los requisitos.
Esperamos que Emiliano García Page no caiga en el mismo error que cayó ya con
el POM 2007, cuando como consecuencia del resultado de las alegaciones el
proyecto sufrió un cambio considerable, y decidieron no sacarlo de nuevo a
información pública, y como consecuencia, el urbanismo actual de la ciudad, gracias a él, es hoy un caos total.
A pesar de que
pensamos que el proyecto contiene elementos que lo hacen imposible, no vamos a
ser tan optimistas de que el señor Page lo rechace a la primera. En todo caso no debería, pensamos, para no
sufrir la humillación de la comprobación real de que el proyecto que apoyaba
inicialmente era insostenible, incompleto e insostenible, y por lo tanto no tan
maravilloso como decía, aprobarlo con unas modificaciones que a todas luces serán
profundas, y por lo tanto necesitado obligatoriamente de otra exposición
pública. En todo caso, visto lo visto, no nos extrañaría nada, y que por tanto, jugamos con la posibilidad, penosa porque el daño ya estaría hecho, de que esto se tenga que resolver en los tribunales.
Es necesario resaltar la postura de charlatanes que los
responsables de la empresa han ejercido desde el primer momento y siguen ejerciendo en la actualidad, en lugar, como
hemos dicho hasta la saciedad, de actuar como una empresa normal, comprar un
terreno urbano, obtener las licencias necesarias y construir, sin necesidad de llevar a
nadie a Francia gratis, o hacer charlas constantemente para contar lo buenos y
maravillosos que son. Y como consecuencia de ese apoyo incondicional que está
claro que tienen de Emiliano García Page, y de Milagros Tolón, se desprende, además, ese
aire de ir de sobrados, como cuando nos llaman “malos toledanos”, cuando afirman que van a mejorar nuestros paisajes protegidos, o cuando
dicen que “sí o sí” se construirá el Puy du Fou, en una muestra de falta de
respeto tremenda a los toledanos y a nuestros responsables políticos, o por
ejemplo, como cuando en este artículo el Consejero Delegado del parque en
España, Erwan de la Villeon, se permite el lujo de despreciar o minusvalorar
los terrenos en los que quieren construir el parque, diciendo que sólo crecen "malas hierbas".
En primer lugar, afirma que necesitan para su negocio un entorno natural, con pendientes, colinas
y aislamiento. Y eso, claramente, es lo que les llevó a elegir el lugar que han
elegido, claro, junto al hecho de que se tratan de terrenos rústicos mucho más
baratos que los urbanos, y que tiene una excelente comunicación con Madrid, que es de donde intentarán traeré
a la mayoría de sus clientes. Pero existía un problema. En la ciudad hay
cuatro tipos de suelos: urbanos, urbanizables, rústicos de reserva y rústico no
urbanizable protegido. De la Villeon dice que no podían irse al llano a poner
su negocio, por las condiciones que precisan, pero es que en la ciudad, no hace
falta irse al llano para encontrar un terreno similar. Está claro que si lo que dicen es que mejoran los
terrenos, qué mejor que un espacio degradado para poner el parque, y hacer de
ese lugar feo un lugar maravilloso. En todo caso, entre los terrenos urbano,
urbanizable, o rústico de reserva, hay terrenos suficientes para encontrar un
espacio que pudiera adecuarse a sus intereses. Pero eso, como decíamos es más
caro, o no está al lado de una circunvalación fantástica para su negocio. Por lo
tanto, aunque existen otros terrenos, los que ellos quieren, en exclusiva, son los únicos
que en la ciudad son Rústicos, no Urbanizables de Especial Protección. Es
decir, el único sitio de la ciudad donde es imposible construir el parque, salvo que la
administración regional “les ponga la alfombra roja”, y aun así, sigue siendo
imposible por imperativos legales, por lo que sólo puede ser posible si el
apoyo regional fuera más allá de lo normal.
En esa línea de despreciar a la ciudad, a nuestros
territorios protegidos, los califican como campos de “malas hierbas”. No vamos
a entrar aquí, por qué, en su momento, el Ayuntamiento de Toledo calificó ese
espacio como Rústico No Urbanizable de Protección Paisajística, ambiental y
forestal, y la junta ratificó esa calificación. Lo hemos dicho hasta la
saciedad. No fuimos nosotros los que tomamos esa decisión. Probablemente nos
hubiera gustado que protegieran, además, otros espacios, pero ellos,
decidieron, por lo que fuera, tal vez por vergüenza, porque ya habían calificado
como urbano o urbanizable gran parte del territorio, proteger todos los
terrenos al sur y oeste de la nueva variante, “para protegerlos del proceso
urbanizador” ¡Ya vemos la palabra que tienen nuestros responsables políticos”.
Tampoco vamos a explicar al señor De la Villeon, qué es un
paisaje, y que intentar mejorarlo plantando plantas es una desfachatez (salvo
que como sucede en la realidad, destruyas el paisaje, y ya no haya nada que
preservar, y entonces entre en liza Santiago Sardinero, que se dedica a
restaurar ecológicamente canteras, o cementeras degradadas, que es el único caso en el que
se necesita restauración ecológica, claro), y por qué, además, lo protege el
Convenio Europeo del Paisaje. Pero sí vamos a explicar a nuestros dirigentes
que un responsable político tiene que mantener la palabra dada, en este caso de proteger o
defender nuestra tierra, y cuando no lo hace, se puede decir que la está
malvendiendo nuestra tierra, y por lo tanto no es de fiar.
No podemos dejar de señalar la hipocresía de los franceses (aunque, al contrario que la actuación de nuestros políticos, es disculpable, en el sentido de que es su negocio), que minusvaloran
nuestros terrenos protegidos, pero sin embargo, en Francia, cuando se ha
querido construir el nuevo aeropuerto de Nantes, con el que prácticamente toda
la ciudad estaba de acuerdo, Philippe de Villiers, se ha mostrado en contra y beligerante,
incluso contra el presidente de Francia. Los ciudadanos de Nantes defienden la
creación de empleo, la inversión y el progreso (¿les suena esto?), mientras que
un reducido número de personas, defiende la agricultura tradicional, la fauna,
los humedales (¿les suena esto?).
¿Podríamos decir que esos campos de cultivo,
están llenos de pesticidas fumigados como se permite decir el señor De la Villeon,
para nuestros paisajes agrarios tradicionales en mosaico, o que los humedales
son charcas infestas de mosquitos, focos de múltiples enfermedades? Sin embargo,
el francés, llama a esos paisajes sus “Paisajes íntimos”.
No debemos saber en nuestra tierra lo que es un paisaje
tradicional agrícola, o qué es un bosque mediterráneo, o qué valores
tienen los cauces fluviales, para que tengan que venir los franceses a explicárnoslo. Crear un
bosque, donde no lo hay, y donde no lo ha habido desde hace cientos de años, no tiene
nada que ver con mejorar el paisaje. Para mejorar nuestros paisajes tradicionales, meterán máquinas,
explanarán, arrasarán montañas, introducirán
canalizaciones para tuberías y cables eléctricos, harán viales, taludes, cerrarán con dos vallados,
construirán una murallas y Torres medievales de cartón piedra, un poblado, dos anfiteatro, uno de
ellos con torres de 20 metros, un lago, un aparcamiento para 6,000 vehículos
para que los visitantes lleguen cómodamente hasta las puertas, harán ruido, contaminarán el ambiente, su actividad supondrá un riesgo de incendio, etc. Todo ello,
como todo el mundo sabe, exponentes impecables del paisaje tradicional y de la
arquitectura tradicional toledana, y lo que solemos hacer los toledanos cuando vamos al campo, tirar fuegos artificiales, que es lo que recomienda la consejería de agricultura regional.
Eso sí, todo irá bien pintado de colores de la tierra y
revestido con piedra tradicional de la zona. ¡Joder con lo tradicional, que elástico es! Es verdad, no conocemos finca en
Castilla La Mancha que no cuente con su poblado artificial lleno de tiendas de
regalos, y restaurantes, su muralla y torre medieval de cartón piedra, su
anfiteatro romano de hormigón y perfilería metálica, su lago artificial,
impermeabilizado para naumaquias, sus torres de 20 metros de iluminación, y por
supuesto, su cajero automático revestido de piedra tradicional de zona (y esto
último no es broma).
Lo dicho, nos van a dejar unos terrenos rústicos no urbanizables
protegidos maravillosos, y además, podremos sacar dinero para consumir,
cómodamente recostados, en la ribera del Arroyo de la Cierva, en la césped de hierba verde y suave fantástico, con que
sustituirán las malas hierbas salvajes "tradicionales". ¡Esto es la leche! Nos quejamos de vicio.
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