Imágenes mentales de Toledo para la conservación del paisaje. Antonio Zárate Martín

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IMPRESIONISMO y ECCE HOMOS

Un magnífico artículo de Antonio Zárate Martín, que rivaliza en interés, con el que compartíamos hace unos días de Juan Sánchez. Sin duda estos dos intelectuales, independientes ambos, magníficos comunicadores a lo largo de toda su vida, nos están regalando en los últimos meses unas páginas imborrables, analizando el momento actual de la ciudad en relación a los aspectos culturales, el turismo o el urbanismo, y los problemas existentes, al tiempo que proporcionan soluciones factibles para una ciudad futura en la que los habitantes de la ciudad podamos disfrutar de una buena calidad de vida.

Antonio Zárate, punto a punto, pinta un magnífico cuadro impresionista, casi puntillista, sin dejar ni un solo espacio del lienzo en blanco, donde los colores se yuxtaponen y funden en nuevas tonalidades. Cada pincelada de territorio, historia, arte, religión, símbolos, construcciones y naturaleza, vistos a cierta distancia, componen una maravillosa imagen de nuestra ciudad, que sólo puede entenderse como un todo.

Toledo lo componen múltiples imágenes mentales, superpuestas, entrelazadas e inextricables, y a la vez, esas representaciones no son apariencias o ilusiones, son realidades, que tienen reflejo en el día a día de los ciudadanos, en la economía, sin duda, pero también en el bienestar y su felicidad.

Sin embargo, cada día, nuestros gobernantes, sin proyecto ni plan alguno, sólo las expectativas de las urnas, y su futuro personal, se empeñan en “mejorar” nuestras imágenes mentales, pintando líneas aquí y allá, áreas desconectadas, atravesando con dardos el lienzo, o volviéndolo del revés, y todo ello, con un trapo mojado en trementina sobre el cuadro de Zárate.

Si seguimos así, con tantas promesas futura incierta de felicidad en forma de empleo y riqueza, como en el cuento de la lechera, a cambio de nuestras representaciones de la niñez, de los paisajes íntimos (como decía De Villiers), de la armonía con el entorno y con nuestras imágenes mentales, tan necesarias para la calidad de vida, y la salud, tal vez algunos se hagan ricos, pero la mayoría, lo que vamos a conseguir es hacernos con una buena colección de Ecce Homos urbanísticos, y un entorno en el que, cada vez más, será difícil vivir feliz.

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