CORTADOS POR EL MISMO PATRÓN
Existe una asombrosa coincidencia en cuanto a las
justificaciones utilizadas por los responsables políticos para implantar algunos
de los parque temático que en un momento determinado surgieron como setas en
muchos municipios españoles. Aunque no sólo parques temáticos, ya que el
argumento vale para “cualquier cosa de gran tamaño” que pueda atraerse, ya sea
una aeropuerto, un macro-casino, una
macro-hospital, una macro-granja de engorde porcino, etc., haciendo bueno el dicho de “borrico grande,
ande o no ande”.
La atracción de millones de turistas, de inversiones, o la
generación de miles de empleos, son los argumentos de siempre. Todos, siempre
exagerados hasta la náusea, al adquirir proporciones fantásticas (claramente
riéndose de todos nosotros), con la
intención de atraer inversores que sustenten el proyecto (porque casi siempre,
o siempre se inician las tramitaciones sin tener las garantías necesarias, algo
que suele ser un requisito previo necesario y que es ignorado), o doblegar la
oposición pública en caso de que la hubiera. Sin embargo, la realidad se ha impuesto y, después
de unos años, en la mayoría de los casos, ha resultado todo lo contrario, y ahora
tienen graves problemas económicos.
Desde el aire es evidente la salvajada que supone la
instalación de esos macro-complejos, al hacerse visible la profunda alteración
del territorio que suponen, con un
elemento totalmente ajeno al paisaje
tradicional. Pasados unos años, además,
existe el riesgo, de que esos monstruos queden abandonados y oxidados, como en
un gigantesco cataclismo apocalíptico, testimonio y tributo vergonzoso de la
utilización del territorio para beneficio electoral personal por parte de
algunos políticos.
Además, ahora, en algunos casos, los fantasmas de las
decisiones políticas pasadas, vuelven a visitar a los ayuntamientos o
administraciones (es decir a todos nosotros que somos los paganos) que en su
momento dieron el visto bueno, en forma, por ejemplo, de indemnizaciones a
propietarios de terrenos expropiados por un precio muy por debajo del valor real
de los terrenos o, como sucede en San Martín de la Vega, en forma de demanda
millonaria de la Warner al Ayuntamiento, que la consiguiente condena firma a
indemnizar a la empresa con 5,5 millones de euros, por no cumplir los
compromisos adquiridos.
Desde cierta altura, las imágenes de los distintos parques
son indistinguibles unas de otras, en clara correspondencia o analogía, con las
excusas, argumentos y procesos, seguidos por prácticamente todos los parques. Aquí
podéis ver la imagen de un parque temático. Sólo un pie de foto podría revelar,
por ejemplo, que no es el Puy du Fou, sino el “Paramount Park” que se ha
intentado construir en Alhama de Murcia, y que ha terminado en fracaso.
La similitud en los argumentos con el Parque que se quiere
construir en Toledo es asombrosa:
- El parque traería una lluvia de turistas, estimados en más de 3 millones.
- · Se crearían 22.600 puestos de trabajo
- · Se consideró por parte de la administración como un elemento del plan para acabar con la crisis
- · La comunidad participa en el negocio adquiriendo acciones a través de dos instituciones públicas.
- · La empresa empezó a comprar terrenos, a firmar contratos y hacer gastos en proyectos técnicos.
- · Para su implantación se aprobó un Plan Especial del “Complejo turístico-recreativo Parque Temático Paramount”.
- · Parte del parque se ubicaba en terrenos naturales protegidos.
Sólo hay una diferencia, que en el caso del Puy du Fou, el
parque se sitúa al lado de una ciudad que ya atrae millones de turistas, por lo
que las consecuencias de la implantación del mismo son incalculables,
principalmente en forma de pérdida de calidad de vida para la población local, o de negocio para los empresarios que viven
del turismo, porque lo que está claro, es que el Puy du Fou, se instala aquí,
no para dar o regalar nada a Toledo, sino muy al contrario, para aprovecharse
de su tirón turístico para obtener un beneficio empresarial, privado, a costa de los toledanos.
Pues bien, el Plan
fue recurrido ante la justicia por Ecologistas en Acción, y ésta dictaminó que
la calificación de esos terrenos como urbanizable no se ajustaba a la legalidad
ya que “la eventual transformación
urbanística de la finca de las codemandadas podría resultar incompatible con el
mantenimiento de los valores ambientales del espacio natural protegido”.
En respuesta a la anulación del Plan, la empresa echa la
culpa a la administración, y ha iniciado un procedimiento solicitando la
responsabilidad patrimonial de la administración, con el argumento de que la
anulación es el resultado del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos y, por lo tanto,
reclama el dinero que llevaba invertido en ese momento, es decir 39.584.108 euros.
En este contexto, esperamos que el negocio no se convierta
en la tumba del Ayuntamiento de Toledo, y con él la de toda la ciudadanía, en
caso de que la justicia anule el proyecto, y la empresa demande a las
administraciones por haber autorizado un proyecto que era irrealizable, con el
fin de recuperar el dinero invertido hasta ese momento.
Leer
artículo en El Confidencial: “El fallido Parque Paramount se vuelve contra
Murcia: los Samper reclaman 40 millones”
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